Traslado del Cristo de la Vega desde su ermita a la Catedral

Queridos amigos, os reproduzco un artículo que ha enviado uno de más fieles seguidores, mi padre, toledano de pro y muy conocedor del arte y la cultura de su ciudad. 

Desde aquí, muchas gracias por tu colaboración. 

Al atardecer de ayer, Lunes Santo, como lo hiciera Jesús el domingo de Ramos al subir a Jerusalén para celebrar la Pascua y entregarse a la muerte por la salvación de los hombres, también el Cristo de la Vega, dejando la Basílica de Santa Leocadia en la vega del Tajo subió a Toledo, para celebrar "su Pascua". 

Le acompañaban "sus amigos", personas de todas las edades y condiciones, que meditando las estaciones del Vía Crucis a la vez que cantan y rezan, mientras el cortejo sube el puente elevado que cruza la carretera. Así comienza la cuesta que les llevará a las murallas, para entrar en la ciudad por la puerta del Cambrón. Siempre ascendiendo y atravesando sus estrechas calles hasta llegar a la Catedral Primada donde permanecerá hasta unas horas después de la celebración de la "Cena del Señor". 

Y como lo hiciera Cristo en otro tiempo, camino de Getsemaní, también aquí al rayar el Viernes Santo, su imagen con el brazo derecho desclavado comenzará su vuelta a la ermita entre cantos y rezos de su Hermandad, que viste de rojo y blanco y la gente, que agolpándose a los lados o siguiéndole detrás hacen este itinerario fervoroso para hacerle compañía y desagraviar aquella otra noche memorable en la que todos le abandonaron. 

Cristo de la Vega a su llegada a la puerta del Cambrón

Cristo de la Vega a su paso por el monasterio de San Juan de los Reyes

Imprimir artículo